LA ESCOLIOSIS.




La escoliosis es una malformación asimétrica, primitiva o secundaria, de las partes que forman la columna vertebral, bien de los discos intervertebrales o de los cuerpos vertebrados.

Clínicamente se distingue la escoliosis propiamente dicha de los simples defectos de posición que se denominan actitudes paramorfias o escoliosis posturales. La escoliosis verdadera es una incurvación lateral de la columna por deformación de los cuerpos vertebrales, que se caracteriza por la rigidez de la curva principal y por la torsión.

 El paso de la actitud a la escoliosis verdadera se produce por: Contractura, rigidez, retracción fijación y deformaciones esqueléticas secundarias, sobre las que influyen el crecimiento y la carga.

Deformidades congénitas del esqueleto.
Pueden producirse en el período embrionario o en el fetal de la vida intrauterina o durante el parto; por eso se llaman congénitas. Pueden proceder de un defecto de formación, producto de la concepción o ambientales durante el embarazo.

Hoy es posible aislar no pocos agentes llamados “teratógenos”, es decir capaces de producir deformidades por alteración de las condiciones ambientales del feto durante la gestación. Los agentes teratógenos más importantes y conocidos son las enfermedades infecciosas maternas y especialmente la rubeola, la varicela, el sarampión y la gripe; las carencias alimenticias maternas (sobre todo las vitaminas A y D); las irradiaciones por rayos Röntgen o rayos X; las intoxicaciones maternas por alcoholismo o uso de tabaco; los traumas sufridos por la madre durante la gestación; las enfermedades por trastornos endocrinos maternos, como la diabetes; los factores psíquicos, como el shock emotivo. Todos estos factores actúan lesionando el producto de la concepción, especialmente durante los dos primeros meses del embarazo.

Posiciones obligadas.
Las consecuencias más graves de las “posiciones” de trabajo son las alteraciones del aparato esquelético. El trabajo puede obligar a adoptar determinados movimientos. Las consecuencias más graves de las posiciones de trabajo son las alteraciones esqueléticas que afectan a los sujetos obligados a adoptar durante su labor, por ejemplo, una posición permanentemente incómoda.


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