ván Tapia Contardo
Especialista en
Educación de Ciegos (U.Ch.)
·
Antecedentes generales.
·
Historia de la Educación Especial en Chile.
·
La Educación Especial o
Diferencial.
·
Las necesidades educativas especiales.
1.
Antecedentes generales.
La Educación Especial desde sus inicios ha estado estrechamente
vinculada con las ciencias de la medicina y la psicología. Desde estas
perspectivas se inició el estudio y descripción de los déficits, estableciendo
amplias y detalladas categorías clasificatorias, en función de la etiología,
con el propósito en un principio, de “curar o corregir” la situación
deficitaria o patológica (modelo bio-médico) y más tarde, basado en el enfoque
psicológico, de adaptar las intervenciones a las particularidades del déficit
diagnosticado y definido.
Estos enfoques basados en una concepción determinista del desarrollo,
tuvieron su mayor auge entre los años 40 y 60, época en la cual se define y forja
una modalidad de atención de carácter segregador, que consistió básicamente en
dar atención educativa a los niños, niñas y jóvenes con discapacidad en centros
y escuelas especiales separadas de las escuelas regulares.
Durante los años 60 del siglo XX, con la aparición del principio de
Normalización y por otro lado con la emergencia y consolidación del concepto de
Necesidades Educativas Especiales (NEE), en el informe Warnock de 1978, se
inicia una nueva forma de entender la Educación Especial.
En el Informe Warnock queda explícita la idea de que los fines de la
educación son los mismos para todos los niños y niñas, cualesquiera sean los
problemas con que se encuentren en sus procesos de desarrollo y, en
consecuencia, la educación queda configurada como un continuo de esfuerzos para
dar respuesta a las diversas necesidades educativas de los alumnos para que
estos puedan alcanzar los fines propuestos.
A partir de estos argumentos, en forma progresiva el objetivo de esta modalidad
educativa comienza a dar un giro en el sentido que no sólo se trata de
optimizar los avances en el desarrollo de la persona en función de su
discapacidad, sino también y especialmente de proporcionar un conjunto de
apoyos y recursos que han de implementarse en el sistema educativo regular para
dar respuesta educativa adecuada y favorecedora del máximo desarrollo global.
Este cambio de perspectiva incide en una concepción más amplia de la
Educación Especial que se asocia con la acción educativa a las personas de
todas las edades y en ámbitos educativos formales y no formales. Poco a poco,
las visiones que consideran la Educación Especial y la Educación General como
realidades separadas comenzarán a confluir entendiendo que la educación
especial debe ponerse al servicio del alumnado para satisfacer sus necesidades
educativas especiales, destacando su papel en el estudio y análisis de los
procesos de enseñanza aprendizaje de esta población.
La década de los 80 y sobre todo la de los 90, representan una etapa de
notable madurez en la Educación Especial que se caracteriza por ir abandonando
los enfoques centrados en el déficit para situarse en un marco propiamente
educativo. Así pues, ubicada la Educación Especial en el ámbito de las ciencias
de la educación y más específicamente con la Didáctica, desarrolla su campo de
acción vinculándose con dimensiones conceptuales tales como el currículum, la
organización escolar, la formación del profesorado, los modelos de enseñanza,
los medios y recursos educativos, la escuela, etc.
En este contexto surgen nuevas definiciones de discapacidad, que son
producto de un análisis crítico de 20 años de trabajo a nivel mundial. Las
definiciones de discapacidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han
sido publicadas en la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la
Discapacidad y la Salud (conocida como CIF). La CIF contiene una actualización
de las definiciones que la misma OMS publicara en 1980. En ésta época se
planteaba que la discapacidad era producto exclusivo de una deficiencia en el
individuo y que se traducía en una capacidad reducida de la persona para
desarrollar las actividades propias de la vida en comunidad. Esta definición,
implicaba estrategias de servicios de salud, educación y trabajo, entre otros,
centradas en mejorar las capacidades y competencias de la persona para que
enfrentase los desafíos de vivir en la sociedad.
En la actualidad, la CIF no define la discapacidad como un problema de
falta de capacidad, sino que se centra en la participación en actividades y la
define como limitaciones personales y restricciones contextuales para
participar en las actividades consideradas normales para otras personas de su
mismo género, edad y condición social. Las estrategias de servicio que de
esto se desprenden se basan en la integración y la equiparación de
oportunidades, con intervenciones dirigidas tanto a la persona con discapacidad
como al contexto en que esta se desenvuelve.
2.
Historia de la Educación Especial en Chile.
En 1852 en la ciudad de Santiago, se creó la primera escuela especial
para niñas y niños sordos de Latinoamérica, hecho con el que se inicia la
Educación Especial en el país.
La primera escuela especial para niños con deficiencia mental se crea
con la Reforma Educacional del año 1928. Tuvieron que transcurrir cuarenta y
ocho años (1976) para que se publicara el primer programa de estudio específico
oficial para este tipo de discapacidad en el país.
Desde el año 1927 hasta la década de los 60
no sólo se siguen creando escuelas especiales, sino
que además, junto a los educadores empiezan otros profesionales a estudiar
experimentalmente la manera de atender y solucionar adecuadamente los problemas
de aprendizaje de los niños con problemas sensoriales y con deficiencia mental.
En el ámbito de la formación de profesores, las Escuelas Normales
comienzan a incorporar electivos sobre educación especial con el nombre de
“Pedagogía Terapéutica”, contribuyendo así a generar una mayor conciencia de la
necesidad de dar atención educativa a la población con discapacidad.
En la década del 50 el Ministerio de Educación inició una política
tendiente a lograr una mayor cobertura de atención de niños, niñas y jóvenes
con deficiencia mental. Destacan algunas personalidades como el Dr. Ricardo
Olea, el Profesor Juan Sandoval Carrasco y el Dr. Roberto Infante.
A mediados de la década de los 60 se inician muchas acciones tendientes
a consolidar la EE en el país. Una de ellas es la creación de carreras en el
área de Educación Especial y grupos de investigación sobre la materia. Un hecho
notable en esta etapa, fue la designación de una comisión para estudiar y
proponer soluciones al problema de la deficiencia mental convocada en el año
1965, por el gobierno. La subcomisión encargada de los problemas legales,
presidida por Don Enrique Silva Cimma, preparó un proyecto de ley a fin de
otorgar protección integral a este tipo de población durante toda su vida
incluyendo previsión, trabajo, educación asistencia sanitaria y asistencia
legal.
La demanda de atención asistencial por parte de los niños con problemas
para aprender se dirigió principalmente a los hospitales infantiles que tenían
Servicios de psiquiatría y Neurología infantil (Roberto del Río, Calvo
Mackenna, el Instituto de Neurocirugía e Investigaciones Cerebrales y Arriarán
en Santiago). El aporte de los Servicios de Psiquiatría y Neurología infantil a
la educación nacional, no se limitó a los aspectos asistenciales, de
diagnóstico y rehabilitación, sino también a la investigación clínica de los trastornos
específicos del aprendizaje, la disfunción cerebral mínima, la dislexia
específica, la epilepsia y el retardo mental.
En 1975 se crearon los Centros de Diagnóstico Psicopedagógico.
En este período fue la creación de cursos de post títulos para formar
profesores especialistas dirigidos a maestros normalistas, que estaban en
ejercicio docente. Es así como en 1964, la Universidad de Chile, siendo su
rector era Eugenio González, crea el centro de formación de especialistas en
Deficiencia Mental, y más tarde, en 1966 y 1970 respectivamente se abre el
pos-título en audición y lenguaje y Trastornos de la Visión. La selección de
los profesionales, estaba a cargo de la Universidad, los cuales eran becados
por el Ministerio de Educación por dos años para la realización de dichos
estudios.
En la década de los años 70 se produce en Chile el mayor desarrollo de
la Educación Especial. En 1974 el Dr. Luis Bravo Valdivieso, Coordinador del
Programa de Educación Especial de la Pontificia Universidad Católica de Chile,
entregó un documento al Ministerio de Educación denominado “El fracaso Escolar
Básico y sus Consecuencias en la Educación Salud y Economía”.
El Ministerio de Educación creó la “Comisión Nº 18” con el propósito de
realizar un estudio de la problemática de la Educación Especial en el país.
Después de un año de trabajo, los resultados se expresaron en la creación de
los siguientes proyectos: Elaboración de planes y programas
de estudio; creación de los Grupos Diferenciales en las escuelas básicas (Decreto
Nº 457/76) y liceos de educación regular (Decreto Nº 1861/79); dotación de las escuelas especiales con un gabinete
técnico (Decreto Nº 911/77)
El surgimiento del Principio de Normalización en los años 60, provoca a
nivel internacional un cambio en la valorización social de las personas con
discapacidad, poniendo énfasis en los procesos de integración y participación
de estas personas en todas las esferas de la vida social y ciudadana. En la
educación, esto significó un nuevo cambio en la forma de concebir la enseñanza
de los niños con discapacidad, caracterizado por ir abandonando el enfoque
rehabilitador para centrarse más bien en un marco principalmente educativo, que
implica que los alumnos con y sin discapacidad se eduquen juntos, teniendo como
referencia un currículum común.
La instalación del principio de integración6 en el discurso educativo impactó profundamente a la
EE al igual que la aparición y consolidación del concepto de necesidades
educativas especiales, el cual aparece por primera vez en el informe Warnock
(1978), en el cual se plantea que los fines de la educación son los mismos para
todos los niños, niñas y jóvenes cualesquiera sean sus problemas y que por lo
tanto la educación debe asegurar un continuo de recursos para dar respuesta a
la diversidad de necesidades educativas de todos los alumnos de tal manera que
éstos puedan alcanzar los fines de la educación8.
En la década de los 80 se dictan por primera vez la mayoría de los
decretos que aprueban planes y programas de estudio para la Educación Especial
y Diferencial. A partir de 1983 comienza a visualizarse un cambio en el enfoque
de la Educación Especial que promueve la vinculación de la Educación Especial
con los diferentes niveles o modalidades que contempla el sistema educacional.
Con el propósito de favorecer el acceso y permanencia de los alumnos con
discapacidad en el sistema común, se dictaron las siguientes excepciones
reglamentarias: evaluación diferenciada, exención de la evaluación acumulativa
hasta en dos asignaturas y la exención de una asignatura.
En 1989 se conformaron equipos de trabajo para elaborar los nuevos
planes y programas de estudio para las distintas discapacidades, los que serían
aprobados a principios del año 1990. Estos planes se realizaron con un enfoque
centrado en el déficit, descontextualizado del currículum común.
Por otra parte la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE.),
dictada en marzo de 1990, no se pronuncia respecto del rol que debe jugar la
Educación Especial como parte de la oferta educativa nacional, ya que en ella
no se plantean estrategias y recursos educativos necesarios para dar respuesta
a los alumnos con discapacidad en el marco del sistema regular ni especial.
A partir de los años 90, Chile inicia el proceso de Reforma Educacional
con el propósito de lograr una mayor equidad y calidad en la educación y se
compromete en la realización de diversas acciones con el fin de modernizar el
sistema educacional y garantizar respuestas educativas de calidad que
contribuyan a la integración social de todos los niños y jóvenes de nuestro
país.
Sin embargo, la Educación Especial no fue considerada en esta Reforma.
Una de las razones a la cual se puede atribuir esta situación es que no fue
incluida en el informe de la Comisión Nacional para la Modernización de la
Educación, realizada en 1994.
Paralelamente a esta situación, desde 1990 en adelante, los
establecimientos educacionales del país, integraban alumnos con discapacidad a
escuelas y liceos regulares. Este proceso se vio fortalecido e incentivado con
la promulgación del Decreto Supremo exento 490/90. En este documento, se
establece por primera vez, normas que regulan la integración escolar de alumnos
con discapacidad en establecimientos comunes.
En el año 1994 se promulga la Ley sobre la Plena Integración Social de
las Personas con Discapacidad, N° 19.284.
En un esfuerzo por avanzar hacia el desarrollo de políticas de
integración social, escolar, laboral en el país, durante los años 1995 - 1997
se llevó a cabo el “Master Universitario en Integración de Personas con
Discapacidad” en convenio con la Universidad de Salamanca, el Ministerio de
Asuntos Sociales y el Instituto Nacional de Servicios Sociales de España y el
Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones pedagógicas
CPEIP del Ministerio de Educación de Chile. En esta formación participaron
diversos profesionales de distintas organizaciones del estado, entre ellos
profesionales de la EE del país quienes han influido en mayor o menor medida en
el desarrollo de las políticas de estado para la integración de este colectivo.
3. La Educación Especial o Diferencial.
Esta modalidad constituye una especialización diferenciada e
interdisciplinaria de la educación común, destinada a aquellos niños que en
forma transitoria o permanente están obstaculizados para seguir el sistema
educacional común. La Educación Especial y Diferencial no constituye una
entidad segregada o independiente del sistema educativo general, por cuanto uno
de sus objetivos principales es incorporar el niño lo más pronto posible a la
educación común.
La necesidad de la Educación Especial y Diferencial se origina en la
desigualdad de características biológicas, psíquicas y socio-culturales que
presentan los niños que ingresan a nuestro sistema escolar. Esta desigualdad no
siempre es consecuencia de antecedentes patológicos o clínicos. Muchas veces,
proviene de privaciones socioeconómicas y culturales que inciden directamente
en el proceso educacional, manifestándose en las tasas de repetición, deserción
y retraso pedagógico. Los niños con deficiencias físicas o psíquicas no pueden
ser mantenidos indefinidamente en una estructura educacional separada, por muy
perfecta que dicha estructura sea, ya que al final de una vida escolar paralela
se les hará más difícil su integración a la vida social y laboral. En
consecuencia, la Educación Especial y Diferencial se esfuerza en lograr la
integración progresiva del niño a los grupos normales, e influir en éstos para
que reciban al niño limitado como un integrante más de la comunidad.
El principio rector de una política de Educación Diferencial debe ser el
respeto a la dignidad humana de todo sujeto, independientemente del tipo y
grado de déficit que presenta y la absoluta convicción de que esta condición humana,
por sí misma, lo hace merecedor de cualquier esfuerzo que la sociedad deba
realizar, para fomentar y favorecer su desarrollo integral y su incorporación
al contexto cultural en que viven.
Así, la Educación Diferencial debe concebirse como un sistema
multidisciplinario abierto, flexible y dinámico, que atiende precoz e
integralmente al individuo deficitario ofreciéndole todas las instancias
educativas adecuadas a sus características y, además, extendiendo su acción al
grupo familiar en particular y a la comunidad en general.
La Educación Especial, es una modalidad del sistema educativo
que desarrolla su acción de manera transversal en los distintos niveles
educativos, tanto en los establecimientos de educación regular como en los
establecimientos de educación especial, proveyendo un conjunto de servicios,
recursos humanos, recursos técnicos, conocimientos especializados y ayudas, con
el propósito de asegurar, de acuerdo a la normativa vigente, aprendizajes de
calidad a niños, niñas, jóvenes y adultos con necesidades educativas especiales
(NEE), de manera que accedan, participen y progresen en el currículum nacional en igualdad de condiciones y
oportunidades (Ley General de Educación y Ley 20.422). Así, en la
actualidad, cerca de 300.000 estudiantes que presentan NEE reciben subvención
de educación especial, con la cual se espera responder a este gran desafío.
4.
Las necesidades educativas especiales.
¿Que son las necesidades
educativas especiales y/o N.E.E?
El concepto de NEE invita a
centrarnos en la necesidad que presenta la persona en los distintos sistemas en
los que se desenvuelve (familiar, escolar, laboral, socio-cultural) y en los
apoyos que estos sistemas requieren, más que en la discapacidad, dificultad o
trastorno propio del sujeto.
Una necesidad educativa
especial surge "cuando un niño presenta algún problema de aprendizaje a lo
largo de su escolarización que demande una atención específica y mayores
recursos educativos de los necesarios para compañeros de su edad"
(Marchesi 1990)
Las NEE pueden ser de dos
tipos:
a)
NEE Transitorias. Cuando las
personas requieren de un apoyo especial durante cierto periodo de vida o
proceso escolar. Si es brindado oportunamente, permitirá al sujeto seguir
adelante sin necesidad de algún apoyo extra.
b)
NEE Permanentes. Por una
discapacidad más severa o dificultad, las personas requieren de un apoyo a lo
largo de toda su vida para poder realizar correctamente algunas actividades,
sean escolares, laborales o del diario vivir.
La tarea del educador
diferencial es intervenir de manera directa en la mayoría de los casos, con el
propósito de mejorar las condiciones del proceso, para que las personas
atendidas logren aprendizajes significativos y mejoren su calidad de vida.
"El desafío consiste ahora
en formular las condiciones de una escuela para todos. Todos los niños y
jóvenes del mundo tienen derecho a la educación, no son nuestros sistemas
educativos los que tienen derecho a ciertos tipos de niños. Es el sistema
escolar de un país el que hay que ajustar para satisfacer las necesidades de
todos los niños" UNESCO, 1995, 28
BIBLIOGRAFÍA.
·
http://www.oei.es/quipu/chile/CHIL11.PDF · http://educadora-diferencial.blogspot.com/
· http://www.mineduc.cl/usuarios/edu.especial/doc/201304151210180.doc_Antecedentes_Ed_Especial.pdf
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